A estas alturas de la historia ya tenemos asumido casi todo el mundo que las tres fuentes de financiación que más dinero mueve son tres: Armas, droga y trata de mujeres y niñas. Recordado esto notaremos que de esas tres áreas o sectores una de ellas nos afecta directamente al área de la mujer, haciendo a las mujeres que sufren la explotación sexual aún más vulnerables de lo que ya estaban entonces.
Los hábitos sociales han cambiado y cada vez más se daba el traslado de clubs de alterne a pisos de alterne, haciendo el trabajo sexual aún más fácil e invisible a los hombres que lo consumían y otorgando una falsa "normalidad" a la vida de las mujeres que allí trabajan. Actualmente se estima que más de 2000 mujeres viven en esos clubs, en los que siguen teniendo que pagar facturas, alimentación e higiene pero sin poder cobrar nada, invisibles para el Estado. A ésto las mujeres solo les queda dos opciones: o se endeudan con sus explotadores, haciéndole más difícil en un futuro su salida si ellas quisiesen, ya que tendrían que pagar a costa de sus servicios y su salud o ser expulsadas de los pisos, poniendo en riesgo no solo a una multa económica, sino a una exposición a su salud pública, ya que tendrían que sobrevivir en las calles, sin alimento ni higiene y expuestas a pillar, entre otras enfermedades, el virus Covid-19.
Fuente de información:
https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20200323/esclavas-sexuales-coronavirus-7898623?utm_source=facebook&fbclid=IwAR3alK9Ifi5ZHLvlaJSZQqaHbNPPa3GBXi1H25SNmEMTdwRy1eALABhtBKQ
