REFLEXIONES

¿ Hasta cuando este horror ?

Nueva muerte una mujer y sus hijos ¿ Que está pasando ?

Dicen la gentes. ¿ están locos ? No, no, y no son malditos asesinos, no pueden soportar el ver que la esclava, la criada, la persona donde se sienten hombres se despierta....
Y hasta aquí hemos llegao, eso ellos no lo pueden soportar, su violencia no tiene límites, su maldad no tiene barreras, y su afán es matar..... Que lo que el no va a seguir teniendo, no lo tenga nadie..

Que la mujer no pueda rehacer su vida....no pueda salir a la calle......no pueda disfrutar de su LIBERTAD...

Donde está la protección judicial.?...Donde están es@s juec@s que cortan el maltrato de raíz..Que ayudan a las víctimas, que empatízan con el problema , que evitan estos asesinatos, que hacen sentir a la víctima persona protegida.

Donde están es@s abogad@s de oficio que son profesionales en la violencia de genero...
Cuanto camino nos queda que recorrer a las mujeres, cuantas batallas nos quedan que ganar...
D.E.P. Esta madre y sus hijitos.la tierra les sea leve.


Y que conste que no me enteré apenas de nada....Aún no lo sé bien pero me basta saber que han matado a una mujer y sus hijos/as no se bien

Y el muy asesino, cobarde se suicidó. MALDITO SEAS .

FIRMADO: UNA MUJER CUALQUIERA 





Yo me sentía culpable. 

Pensaba que en algo estaba fallando. 

Yo, no él. 

Por eso no lo culpaba. 

No sé si lo comprendía, quizá más bien lo justificaba. 

La primera vez fue un tirón de pelos. Yo estaba cocinando. 
Él llegó a casa como preocupado y de mal humor. 
Le pregunté que le pasaba. 
Me dijo que no tenía ganas de hablar, que me callara. 
Insistí, me acerqué a él para ayudarlo y le volví a preguntar. Porque lo veía mal. 
Me insultó y me agarró de los pelos. 
Un instante, los dos congelados, mirándonos a los ojos. Me soltó y me pidió perdón. Me abrazó enseguida. 

- Perdón. Perdón. Perdón. - Tres veces. 

Yo no pude llorar, no estaba preparada para eso. Le dije que se quedara tranquilo. Y que lo quería, que todo iba a mejorar. Que yo estaba ahí para ayudarlo. Porque era su compañera. 

- Te quiero - me dijo al oido. 

Y no cenamos. Nos fuimos a dormir. 

La vida seguía. Todo era normal. Aquello fue algo aislado. No tiene sentido quedarse con eso. Decidió olvidar. Todos los esquivocamos. Y él también tenía derecho a esquivocarse. Por eso la segunda vez no me sorprendió, quizás...

Volvió tenso, apurado. 
Le hablé y no me dijo nada. Le volví a hablar y me insultó. 
Se acercó a mi rápidamente. 
Yo le esperaba con la mirada del miedo. 

- ¿Tú eres tonta?¿Eres tonta?¿Eh? - Mientras me agarraba el brazo fuertemente. 

Fue una cachetada en la mejilla derecha. No solté la ropa que en ese momento estaba tendiendo. ¿Ves lo que me haces hacer? Y se fue. Me quedé dura. Y al rato empecé a temblar. Sola en casa. Me di cuenta que algo estaba cambiando. Y lamentablemente sentia que sólo podía aceptar eso. Silencio y aceptación. Y cuando uno se acostumbra a las cosas, se hacen normales. Por eso la vida seguía normal A veces bien, a veces mal. Como la vida misma. 

Había días muy felices, llenos de amor. Habían dias horribles que me dejaban el alma y el cuerpo temblando. Pero eran días. Y en la vida hay muchos, así que nunca pude culparlo. 

Durante mucho tiempo intenté entenderlo. Porque estaba presa de la costumbre. Y la costumbre era la realidad. Una realidad espantosa. Mucho miedo. Muchos golpes. Muchos dolores. Los físicos aprendí a soporterlos. Los otros dolores me iban matando. 
Sin embargo, cuando estábamos con gente, Sebastián era un amor. Muy atento y cariñoso, como siempre lo fue cuando estábamos en público. 

- Ay Marce, tu novio es un sol. Que linda pareja que hace. Los envidio. - Y yo sonreía nerviosa. A veces el infierno quema tanto que queda más cerca de lo que nos contaron. Para engañar, el diablo se transforma en la imagen que sea, menos en la de diablo. 
Creo que cuando él me pegaba nuna pensaba en matarme. Me quería tener así, viva. Para seguir haciéndolo. Fueron muchos meses, se hizo muy largo el tiempo y lo que tuve que soportar. Un dolor que pocos se imaginan. Lo más difícil no es dejar todo e irse. Lo más difícil en este caso es contarlo. 

Hoy tomo la decisión de contarles todo mi sufrimiento. Para liberarlo. Y lo hago porque, aunque yo había decidido darle mi vida, él me la estaba arrebatando. 

Hoy ya no estoy en casa. Me fui. Y no voy a volver. 

- No te vayas mi amor. Todo va a cabiar. Te lo prometo. Yo te quiero.

- No Seba. Ésto no es querer. Yo si te quiero. Pero también me quiero a mí. Por eso me voy. Y tú no vas a cambiar. Yo cambio. Para que todo cambie. Disculpame por las heridas 

- ¿No era yo! ¿Por favor! 

- No son heridas ya. Las heridas murieron. Discúlpate por el trauma en mí. Y, si... Eras tú. Siempre fuiste tú. ¿Cobarde!

Gracias Avo.



"La seguridad y supervivencia de las mujeres víctimas de la violencia de género está estrechamente relacionada con los logros y derechos que vayan alcanzando el conjunto de las mujeres".


 
"Es abuso, cualquier comportamiento encaminado a controlar y subyagar a otro ser humano mediante el recurso al miedo y la humillación, y valiéndose de ataques físicos o verbales".
FIRMADO: Susan Forward.



 "Ante las atrocidades tenemos que tomer partido. El silencio astimula al verdugo".

  

"No te golpea por ser alta o baja, gorda o flaca, necia o inteligente, licenciada o analfabeta... te golpea por ser mujer".

 


 "La obra perfecta de la agresividad es conseguir que la víctima admire al verdugo"
FIRMADO: Victoria Sau.



 Yo me pregunto ¿cómo soy tan pasiva, tan sumisa, tan oprimida?
Yo que tanto defiendo a la mujer, tanto años "trabajando" con ellas, como no tuve valentía jamás para decir se acabó.
Por eso mi vida siempre será perseguida por mi culpa de no dar el paso decisivo ¿por qué no lo dejé? ¿por qué se aguante tantas humillaciones, tantas vejaciones? Dónde está esa mujer que tanto lucha fuera del hogar, fuera de las garras de ese ser que la desconcierta, que se cree, se transforma, en ella misma y pelea por sus ideales políticos, por sus principios... Y desde luego seguiré haciendo lo que me gusta, lo que quiero, lo que me hace crecer como mujer.
Tan sólo quiero pedir perdón a mis hijos e hijas, si les hice daño, si no fui buena madre, si les hice sufrir al verme ellos y ellas llorar día tras día... como voy a olvidar como se abrazan a mi consolando a una madre rota por el dolor.
Perdonarme pero fui cobarde, fui una sumisa, pero siempre son todo el cariño para vosotros y vosotras. 
FIRMADO: Una mujer.





¿Qué me pasa? 
Estoy asustada, oigo llaves... Como puede ser... sentir miedo 
¿a qué?
A un hombre... no es un hombre, no es una persona. Es un ser dominante, dictador, patriarcal...y yo cobarde, sumisa, asustada, a mis palabras, si, si...si...ahhh perdón no te escuché bien.
Ahora tengo que decir no... pues no.
¿Que quieres agua?, pues agua te llevo... ¿la comida es mala?... pues lo siento.
Esre es un diario en la vida de muchas mujeres.
Lo asegura, da fe una mujer cualquiera que lo vive a diario.
FIRMADO: Una mujer.